viernes, 24 de junio de 2011

La Educación Pública como institución universal. Visión desde México hacia el mundo.
 Por Andrea Vergara Mazzey. 
Estudiante de Derecho UTALCA

Para poder tratar el tema de la Educación Pública, es necesario comprender que se trata de un tema con un sinfín de aristas desde donde verse, e innumerables posturas frente al tema. Es por ello que para elaborar este artículo solicité la ayuda de 2 maestros de Educación Pública en México. Así podremos contrastar las diversas posturas frente a la viabilidad o no de este sistema, a las causas de su progresiva desaparición y a los desafíos pendientes como sociedad  en este ámbito. Asimismo, expondré mi visión como estudiante de intercambio en una Universidad Pública en México, y la contrastaré con la forma de ejecución de la Educación Pública en Chile.

Primero que todo, debemos tener alguna noción de qué entendemos por Educación Pública. Pues, desde mi perspectiva, hablar de Educación Pública significa hablar de un sistema global, en donde la sociedad tenga la posibilidad de acceder a una Educación que esté en manos del Estado, de calidad y gratuita en todos los niveles educacionales; desde la pre-básica hasta la enseñanza superior. Además de ello, la Educación Pública también implica la posibilidad de la ciudadanía, sea como particulares o sea como cuerpos intermedios, de poder construir el sistema educacional en el que estará inserto; es decir, que la sociedad pueda decidir los modelos educativos que recibe, conforme a la realidad social, económica, étnica y cultural en la que estén inmersos. Ello es de radical importancia, sobre todo en países como México o Chile, donde están sujetos a realidades multiculturales y multiétnicas enormes, por lo que quizás un sistema uniforme de educación, sin los matices que implica darle a cada uno lo que cada uno requiere, no sería lo adecuado.
Sin ir más allá, a continuación presento los aspectos más importantes discutidos con dos académicos mexicanos, a fin de ilustrar desde una mirada diferente los aspectos más relevantes sobre el tema, y poder ver finalmente qué sucede con la educación pública en México y en Chile.

Aspectos relevantes sobre Educación Pública, desde la mirada del Licenciado José Enrique González Ruíz[1].

1. Desprestigio de la Educación Pública: Factores que propician su eventual desaparición.
Este académico parte de la base de que se ha entregado una afirmación dogmática, puesta en los oídos de la sociedad: lo público es por naturaleza corrupto e ineficiente”. Desde esa visión es que le Educación Pública se ha vuelto un algo indeseable, y ha sido la justificante de los Estados para su progresiva privatización. Dicha transformación en los Estados va de la mano con el Neoliberalismo y con la influencia del Banco Mundial en este sistema; se privatiza primero el sector económico “desincorporando” las empresas públicas, y entregándoselas a privados. Luego viene un proceso de transformación política, basado en el individualismo, partiendo de la base de que quien es libre económicamente, también lo es para elegir a sus gobernantes. Finalmente, el proceso culmina con la transformación ideológica, en donde entra la Educación.


2. Principales modificaciones en el sistema en México, a raíz del proceso neoliberal.
o   “Financiamientos por programa”: Las instituciones educacionales deben presentar programas y resultados específicos (mediante evaluaciones externas, por lo general privadas) para recibir dinero del Estado.
o   Sistema de control de los docentes: Evaluación del quehacer personal de cada uno, y de dicha evaluación dependen los ingresos. Muchos docentes están más preocupados en aprobar bien estas evaluaciones, que en efectuar bien su labor de docencia.
o   Rebaja del salario de los docentes.
o   Sistema educacional conforme al mercado: Como muchas veces el “cliente” no se tiene capacidad adquisitiva, se inventa el bono educacional (crédito universitario), con lo que se va disminuyendo la fuerza de la Educación Pública.
o   Disminución del gasto público.
o   Los maestros son llamados ahora “facilitadores”: El conocimiento se está generando en el mundo desarrollado, y nosotros, los del mundo no desarrollado lo recibimos. Esto se denomina neo colonización; forma de colonizarnos sin las armas, con presiones económicas y manipulación del conocimiento que se entrega a los países no desarrollados. Este conocimiento entregado por el modelo neoliberal es el que precariza o empobrece el trabajo y fomenta el capital.
o   Ya no se llaman escuelas, sino que “empresas del conocimiento”. El empresario se gana al cliente con el mismo corolario que en cualquier empresa: lo bueno, bonito y barato.
o   Desaparece la idea de la educación como Derecho; ahora es un servicio que se adquiere conforme a la capacidad económica de cada persona.

3. Conclusiones sobre la Educación Pública en México.
La Educación Pública en México sí funciona en su concepción Sui Generis, sin ser necesarias las modificaciones neoliberales que se pretender introducir –y se han introducido- en algunas las instituciones de esta índole. Una prueba de ello es  la UNAM, no sólo por su nivel en calidad reconocida mundialmente, sino porque el mismo estudiantado así lo demuestra. Dicha institución es una de las pocas que se ha salvado del modelo neoliberal explicado y sigue siendo totalmente Pública, ya que cuando se quisieron imponer las colegiaturas en dicha Universidad, los estudiantes se fueron a huelga durante 1 año, defendiendo la Educación Pública. Incluso 1100 estudiantes fueron encarcelados; no obstante, no dieron su brazo a torcer.
El modelo neoliberal ha impuesto formas de funcionamiento de los Estados conforme al beneficio de unos pocos; no obstante, en opinión del maestro González, dicho modelo es defectuoso, y hoy por hoy está echando aguas por todos lados; prueba de ello son los conflictos suscitados actualmente en Egipto y Libia.

Mirada de la Educación Pública desde la maestra Clara Martínez Camacho[2].

1. Principales beneficios que otorga la Educación Pública en México: La principal característica positiva de este sistema, es poder otorgar educación de calidad a la clase menos favorecida. Ahora bien, el sistema no sólo consiste en ello, ya que se otorgan beneficios adicionales dentro del sistema, a saber:
o   Otorgamiento de Becas para alumnos con buenas calificaciones, y/o con un nivel socioeconómico más bajo, además de becas adicionales, para contextos rurales e indígenas, que tiene como intención favorecer la permanencia educativa, por sobre todo de jóvenes del género femenino, pues en México existe mayor rezago educativo en las mujeres (por la tendencia machista de preparar a la mujer para labores de hogar y no intelectualmente).
o   Beneficio de los libros de texto (Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito): Que dan la posibilidad de generar autoestudio al educando. Además en las comunidades indígenas se entregan en su idioma, a fin de incorporarlos a la educación desde su realidad cultural, y no imponiéndoles una realidad ajena.

2. Principales defectos y/o falencias en el sistema de Educación Pública actual en México.
El modelo económico actual ha hecho, entre otras cosas, que la Educación se vea como un nuevo y gran negocio del que pueden aprovecharse unos pocos –los con mayos poder adquisitivo- en desmedro de muchos –el pueblo-. Dentro de este contexto es que ahora tenemos los 2 modelos inmersos en el sistema mexicano, y aunque no se quiera tienen grandes diferencias, una de las cuales es trascendental para la vida futura del educando. El tipo de educación de las escuelas privadas los educa en base a que el educando será líder, jefe, y jamás un obrero cualquiera. En cambio en la educación pública de cierto modo está enfocada a que el alumno sienta que siempre estará mandado por alguien.
Ello también dice relación con la filosofía institucional entregada en uno u otro régimen; en el sistema privado hay un efectivo compromiso con el alumno en cuanto a su futuro en una institución de educación superior. En un sistema público no existe ese compromiso real.

Asimismo, el modelo ha fallado por la gran corrupción existente en México en casi todas las áreas. Ejemplo de ello, en lo particular, es el funcionamiento de los sindicatos en este país, y en específico del que nos compete en este tema: Los maestros afiliados al Sindicato ya no velan por el efectivo resguardo de sus derechos, o por una educación de calidad, sino que buscan el interés del gobierno. Por tanto las políticas que reivindica dicho Sindicato avalan la postura gubernamental. Otro claro ejemplo es la Carrera Magisterial en México, donde las evaluaciones que se realizan para estos efectos en su mayoría son compradas, por lo que quien sube de grado o nivel en el escalafón no es quien está más capacitado, sino quien puede pagarlo.

Finalmente, la maestra considera que el modelo educacional Público no da abasto para los millones de ciudadanos que requieren ingresar a dicho sistema.

3. Desafíos pendientes en la Educación Pública en México.
o   Incrementar la cobertura del modelo: Sobretodo en lugares rurales.
o   Ajustar planes y programas de estudio y contenidos a esas condiciones culturales, sociales y económicas de los sectores más vulnerables.
o   Evolución de la Educación Pública conforme a los cambios económicos, tecnológicos y científicos.
o   Formación docente no solamente a cargo del Estado, para evitar la corrupción ya mencionada.
o   El Estado debe dejar de manipular a los Sindicatos del gremio, para que así éstos puedan reivindicar los verdaderos derechos relativos a la Educación, desde la perspectiva real, y no movidos por otros intereses.


La Educación Pública desde adentro: la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco (UAM-A). Análisis comparativo-práctico respecto de la UTAL.

Desde mi humilde experiencia personal, sólo quiero otorgar algunos datos duros, para que se comprenda el funcionamiento de una Universidad Pública desde su interior.
Primero que todo, la UAM-A es una de las Universidades Públicas más caras del país, contando con los siguientes aranceles: $123 mexicanos al trimestre, más otros $123 una vez al año, por concepto de reinscripción (algo así como la matrícula en Chile). Esto nos da un total de $492 mexicanos, equivalentes a $19.391 chilenos al año. Parece una broma de mal gusto, pero es cierto. Sólo a modo de comparación, en la UNAM se pagan $0.2 mexicanos, equivalentes a 8 pesos chilenos, pero se les da la posibilidad de pagar más, ¿Y qué creen? Sí hay gente que lo hace, pues su educación lo vale.
Siguiendo con los datos duros, el desayuno y almuerzo que se otorga en la UAM-A es subsidiado por el Estado. Así, el desayuno le cuesta al estudiante $1.50, equivalente a $60 chilenos aproximadamente; y el nutritivo y contundente almuerzo otorgado (que nada tiene que envidiarle a cualquier colación de algún restorán chileno) cuesta nada más y nada menos que $2.50 mexicanos, es decir, $100 pesos chilenos.
Dije que este iba a ser un análisis comparativo práctico, pero no creo que sea necesario poner las cifras que nosotros, Utalinos, pagamos en nuestra Universidad, y en general, en cualquier Universidad del país.
Más allá de estas cifras no quiero ahondar, pues en calidad en la enseñanza, calidad docente, infraestructura, áreas verdes, limpieza de los lugares, y todo lo que tiene que ver con el fondo, la UTAL y la UAM-A están bastante similares.
Sólo a modo de comentario, acá los profesores no se creen dioses; y eso sí que se agradece.

Visión global y conclusiones. ¿La Educación Pública: Realidad o utopía?

Después de 2 conversaciones de un par de horas cada una con grandes académicos y humanos, y luego de pensar arduamente sobre el tema, no me queda más que poner sobre este artículo las grandes conclusiones que han surgido en mí, no sólo a raíz de la elaboración de este artículo, sino desde la visión durante 2 meses y algo más de esta sociedad.

Primero que todo, la Educación Pública en Chile no existe.
En primer lugar, no puede llamarse Educación Pública a la Educación Superior en donde se pagan en promedio $2.000.000 al año.
Tampoco puede llamarse Educación Pública a la Educación básica y media sostenida por las Municipalidades, en donde colegios de tal calidad como el Liceo Abate Molina de Talca se están cayendo a pedazos, y no precisamente por el terremoto sufrido en Chile. Si es falta de gasto público o desfalco de las Municipalidades no es un tema que me competa analizar aquí.
No es Educación Pública la que se imparte en Universidades en donde el mayor porcentaje de administrativos trabajando se contratan mediante outsourcings, y no tienen la posibilidad de sindicalizarse. Puede parecer irrelevante para muchos, pero a posibilidad de ejercer actividad sindical en una Universidad es trascendental para el mejoramiento de la misma desde la visión de los que laboran en ella, y no desde quienes manejan los hilos de la Educación, pero a distancia.
Tampoco es Educación Pública una educación donde las organizaciones estudiantiles no tienen peso en las decisiones políticas del funcionamiento de la misma. Nuestra democracia pareciera funcionar bastante bien (créanme que en México tienen la mejor de las visiones de Chile, como uno de los países más desarrollados de Latinoamérica), y las instancias de elección de representantes no son la excepción. No obstante, no nos sirve de mucho, considerando que el estudiante común vive alejado del ruido, de los problemas y de las luchas de Derechos. Siempre hay buenas y bellas excepciones, pero en general, asumámoslo: vivimos dormidos.

Partiendo de la base de que no existe la Educación Pública propiamente tal en mi país, sólo me queda adherirme a la postura del maestro González Ruiz y de la maestra Clara Martínez, en el sentido siguiente: El hecho de que no exista en Chile, y de que se vea pronta a desaparecer en México la Educación Pública, responde al interés de unos pocos por sobre el del pueblo pobre, que es quien se educa mayoritariamente en este sistema. La influencia empresarial no viene sola: detrás hay influencias mayores, que hicieron hace 37 años en Chile -y siguen haciéndolo ahora- que nuestro modelo de vida en general haya cambiado totalmente, y que el perfil de ser humano y de ciudadano también se modificase. Quizás he ahí una de las razones por la cual dormimos, mientras muchas cosas funcionan mal a nuestro alrededor; dejó de importarnos el bien común, el fin social del Estado, y el fin social que el ciudadano común hace algunas décadas llevaba como estandarte cuando caminaba por las calles. Al Estado también dejó de importarle estos temas; para él es más cómodo desligarse de esa responsabilidad y dejársela a particulares. Ya no protege, ya no cuida al ciudadano. Se ha transformado en una empresa más, que mide utilidades y costos con cada paso que da.

En este nivel institucional, es que recuerdo nuevamente las palabras de González: La educación dejó de verse como un Derecho, aun cuando casi todas las Constituciones de Latinoamérica lo ponen dentro de sus Derechos Fundamentales, y aun cuando es reconocida por un sinfín de instrumentos de carácter Internacional. ¿Cómo defender algo que sólo existe en el papel? ¿Cómo hacerle frente a esta tendencia que ya se ha consolidado dentro de la vida de nuestro Estado, y que está pronta a hacerlo en México?
Mi sensación personal es que México sigue a tiempo de defender sus Derechos adquiridos, y aun tiene la fuerza del pueblo para hacerlo. Chile puede que siga teniendo tiempo, pero ya no le quedan fuerzas, o nunca las ha tenido. Espero estar equivocada, y que mis conclusiones, a 2 meses estando en una cultura Reivindicativa de Derechos, sean erróneas. Espero de corazón equivocarme, y que sí podamos hacer algo por la Educación, que quiero pensar utópicamente, aun es un Derecho.


[1] Ex profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), actualmente dirige la coordinación del programa de Derechos Humanos en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Cuenta con maestría y grado de Doctor en Ciencia Política. Además fue Rector de la Universidad Autónoma de Guerrero de 1981-1984, donde fue impulsor del proyecto conocido como la Universidad-Pueblo”.
[2] Actual maestra de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (Normal Nacional de México). Ha trabajado durante 34 años en Instituciones de Educación Pública, en todos los niveles.

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